Una actividad única de las que coorganicé fue la participación en la Comic-Con, un evento de cosplay en el que instalamos una caseta. No pintábamos mucho allí, pero la gente interactuó con nosotros y se interesó en lo hacíamos. ¡Fue un poco extraño, pero nos sentimos genial!
De cara al futuro, queremos actuar a escala local porque extrañamos ese vínculo. Así pues, nuestro objetivo es movernos fuera de Lisboa. Tenemos previsto visitar escuelas y participar en debates, lo cual me encanta porque ya conocemos el contexto, a la gente y a las personas con las que hablaremos.
En lo que respecta a quienes votan por primera vez, no podemos simplemente decirles que voten; informar está bien, pero no es suficiente. La clave está en la motivación. Debemos contarles cosas que los estimulen, enseñarles el modo en que el voto puede influir en su vida, los cambios que puede suscitar y los efectos que puede tener a nivel personal. Es una cuestión de sentimientos, no de conocimientos.
Mi ventaja es que puedo interactuar con ellos personalmente, entender sus sentimientos y conectar con ellos en un plano más profundo.
Además, esta es la primera vez que voto, lo que a mi parecer constituye una experiencia personal impactante que hace más fácil conectar y sintonizar con la gente, sobre todo con quienes votan por primera vez.